Una guía para principiantes sobre # ####

El almacenamiento de datos ha supuesto un constante reto para el ámbito tecnológico por definición, como es la informática.

Desde aquellos disquetes de tres ½ de baja densidad con capacidades que hoy son irrisorias (720 kb) a los discos SSD que acá se analizan median pocos años, apenas algo más de veinte, mas un abismo tecnológico.

Entre medias, por resumir, hemos pasado por el CD, por el pen drive o por el disco duro con una capacidad de datos impensables hace tan solo unos años. Por no charlar de la reducción de precios. Para hacerse una idea, en el año mil novecientos noventa y tres, un disco duro de 80MB costaba prácticamente 200 euros.

El día de hoy, por ese coste, se puede adquirir un disco duro de 8TB. Para hacerse una idea, cada TB (tera) equivale a un millón de MB (megabytes).

También, por la tercera parte de ese dinero, se pueden encontrar en el mercado discos SSD que, aunque no tanto como en el caso del HDD, multiplican espectacularmente su capacidad.

De los SSD acá seleccionados, optamos por el modelo ochocientos sesenta EVO de la marca Samsung por la notable mejora que supone para los ordenadores a un precio que resulta bastante accesible en estos géneros de dispositivos. Un auténtico resucitador en el caso de ordenadores con años de vida.

¿Qué es un disco SSD?

Como es frecuente, sus siglas corresponden a un acrónimo anglosajón. En un caso así, Solid State Drive, o sea, unidad de estado sólido. O bien, más común, disco duro sólido.

Una de sus principales peculiaridades, también lo es del disco duro HHD (Hard Disk Drive) tradicional, es que utiliza memoria no volátil. Para entendernos, lo que ‘escribimos’ en estos discos no desaparece cuando se apaga el sistema.

Básicamente el SSD hace lo mismo que un HDD, pero el almacenaje de datos en chips de memoria flash interconectados dejan preservar los datos incluso cuando no hay energía.

La memoria flash es ya de común uso en dispositivos como teléfonos inteligentes o bien MP3 en detrimento de la unidad de disco duro. También es de empleo mayoritario en los portátiles más modernos y en los terminales de mesa su expansión asimismo es imparable.

Los motivos derivan de que la memoria flash es más ventajosa eminentemente en dos aspectos: capacidad de compactarse y, como ya se adelantaba, en el comportamiento energético.

¿Cuál es la diferencia fundamental con el disco duro?

Aparte de la variación energética, en prestaciones hay una diferencia fundamental para los usuarios frecuentes de la informática, esto es para bastantes personas que la usan diariamente.

No es otra que la velocidad. La tecnología SSD acorta de manera notable el tiempo de espera hasta que puedes usar el PC y el de apertura de las aplicaciones.

Los consejos frecuentes para subir la velocidad, tales como la limpieza del ordenador o el aumento de memoria RAM, son válidos, pero el cambio a SSD supone un cambio cualitativo muy relevante en este aspecto.

Otras ventajas

Podemos destacar 2 más que se derivan de la ausencia de piezas mecánicas en estos géneros los mejores ssd de discos. Cabe rememorar que los discos duros funcionan con discos o bien platos giratorios de metal.

Este hecho diferencial redunda en un doble beneficio para el equipo:

• Se calienta menos al no existir fricción de piezas

• Dura más la batería al reducirse la temperatura por la ausencia de fricción. En definitiva, se alarga la vida del terminal.

Además, cuenta con otra muy obvia: al no tener piezas mecánicas no se pueden caer, soltar o bien deteriorar.

Algún inconveniente

A igual capacidad de almacenamiento, los SSD son más caros que los discos duros y todavía estos ofrecen una cantidad de memoria mayor si bien los SSD van avanzando mucho en este aspecto.

Otra de las ventajas a considerar es que el HDD es una tecnología más que contrastada ya que lleva nada menos que medio siglo progresando.

Recapitulando, los discos duros de siempre y en toda circunstancia son más económicos y ofrecen más almacenamiento de datos al tiempo que los discos SSD son más rápidos y ligeros, duran más y consumen menos energía.

¿Qué formatos hay?

• De dos,5 pulgadas: Es el más extendido. Si se montará dentro de un terminal hay que tener en consideración que se ofertan con 2 grosores distintos: siete y 9,5 mm. Hay adaptadores para ganar una pulgada más de grosor.

• Tipo M.2: Más moderno, pero no por esta razón más ventajoso en tanto que, exactamente, que sea más reciente le hace incompatible con muchos aparatos más viejos (ya se sabe que en informática, lo antiguo se puede cuantificar hasta en meses).

• Tarjeta para PCIe: Orientado a ordenadores de mesa. Va insertada en una ranura PCI (Peripheral Component Interconnect) de la placa principal que es la utilizada para conectar tarjetas de extensión auxiliar a un ordenador. Suelen ser algo más caras y menos usadas.

¿Qué capacidad de almacenaje tienen?

Con las cautelas propias de un rápido progreso en este aspecto, cada vez tienen más capacidad, se pueden encontrar ya discos SSD de hasta cuatro TB a costos, eso sí, muy elevados, superiores al HDD que puede ofrecer además 10 TB de capacidad.

Una esencial recomendación en este aspecto, en no llegar el SSD más allá del 80-90 por cien de su capacidad en tanto que, en caso contrario, se vería mermada su principal cualidad como es la velocidad.

¿Dura aproximadamente que el disco duro?

Por medio de sus muchos años de evolución, el disco duro ha dado pruebas numerosas y fiables de resistencia y confiabilidad pese a sus componentes mecánicos en forma de discos y engranajes metálicos.

Que su nuevo competidor, el SSD no los tenga le evita este peligro, pero, no obstante, son más frágiles a los fallos eléctricos cuando el computador está en marcha. Es verdad que, con los avances, han añadido células adicionales de memoria para no perder capacidad si otras fallan por un corte de suministro.

Para ir al grano, la duración estimada de un SSD se ubica entre los cinco y los siete años aunque hay modelos más profesionales, y costosos, que prolongan hasta los diez años la garantía de este componente informático.

En el caso del HDD, la horquilla de años de duración viene a ser exactamente la misma, esto es, entre cinco y siete años. Es común que se le atribuya veinte horas de vida útil, aunque estos cálculos hay que tomarlos con determinadas reservas.

La opción alternativa de los híbridos

Como es obvio, una tercera alternativa a medio camino entre ambos discos que da lugar a los SSHD (Solid State Hard Disk).

En un caso así, hay partes mecánicas, la aportación HDD, y almacenaje de memoria flash, la aportación SSD.

Con carácter general, esta mezcla se reparte en un disco móvil de alta densidad de información, lento en la trasferencia de datos, ya una parte de almacenamiento flash que es más rápido mas cuenta con menor capacidad.

También acostumbran a ser el término medio en costes. De hecho, surgieron a raíz de los altos costos de los primeros SSD que luego se han ido ajustando a la baja.

Qué debes tomar en consideración para adquirir un buen teléfono móvil:

Pantalla

La pantalla es un elemento que tiene muchos factores. El más obvio es el tamaño: Todos los años vemos de qué manera medran las pantallas de los smartphones. No obstante, en dependencia del uso que le suelas dar, convendrá ir cara los modelos más grandes o bien decantarse por algo más reservado.

Para un empleo normal del teléfono, la pantalla deberá tener en torno a las cinco o cinco,5 pulgadas. No obstante, quien acostumbre a ver películas o bien juegos en el móvil, agradecerá tener un mínimo de seis pulgadas.

Las pulgadas de una pantalla se pagan a precio de oro: mejor asegurarnos de que las necesitamos y de que las vamos a gozar verdaderamente.

Otro factor importante será la resolución de la pantalla que se mide en píxeles. Si buscamos un buen móvil, no deberíamos bajar de una resolución Full HD (1920x1080px) que es la más habitual, aun en gamas medias.

El próximo nivel de resolución es la QHD (2560x1440px) también denominada 2K. Recientemente, apareció en el mercado la resolución QHD+ (o bien 4K) que es capaz de enseñar 2880×1440 pixeles.

No obstante, esta última no vamos a poder gozarla hasta que se desarrollen y democraticen nuevas tecnologías de realidad virtual. Hasta ese momento, toma la resolución QHD como la máxima resolución que el ojo será capaz de apreciar.

Si bien parezca contradictorio, aún podemos toparnos con ciertos móviles de gama alta que se quedan en la resolución más Sillas Gaming baja del mercado (resolución HD: 1280x720px). Esa resolución se queda en el pasado y resulta conveniente ir a algo mejor.

Si tendemos a ver películas u otro contenido audiovisual con el móvil de forma regular, disfrutaremos del QHD. Eso sí, no nos olvidemos de escoger una pantalla de un mínimo de seis pulgadas para poder gozarla absolutamente.

Otro factor a tener en consideración será el género de pantalla. La gama de colores o bien los contrastes entre una y otra pueden cambiar bastante. También repercuten en la duración de la batería. A rasgos generales, existen tres grandes tipos de pantallas:

• Las pantallas LCD: Son las habituales click here en móviles de gama baja o bien media por su bajo costo de producción. Por lo general, este género de pantallas consume mucha energía, lo que repercutirá directamente en la duración de la batería.

• Las pantallas OLED: Ésta es propia de los teléfonos de alta gama. website Su característica primordial es que no precisan energía para mostrar el color negro, lo que hace que tenga una mayor eficiencia energética y que dure más la batería.

Estas pantallas consiguen un mayor contraste de colores. Tiene múltiples variantes: AMOLED (mejora los colores y brillos) y Super AMOLED (se centran en conseguir una nitidez y definición superior). Siempre que podamos escoger, nos decantaremos por este género de pantalla.

• La pantalla Retina: Son una variación de las pantallas LCD, si bien disfrutan de una mayor densidad de píxeles. Las encontrarás en iPhones anteriores al 2017. En la actualidad, iPhone trabaja con pantallas OLED desde el lanzamiento del iPhone X.

Memoria interna y memoria RAM

La memoria interna no es exactamente lo mismo que la memoria RAM. Si bien muchos terminales dejan acrecentar la capacidad de la memoria interna con tarjetas microSD, esto no ocurre con la RAM. Por esta razón, es importante tener en consideración unos mínimos requisitos en el momento de invertir en un teléfono.

En lo que se refiere a la memoria RAM, si vamos a apostar por un teléfono de gama alta (con el desembolso que eso acarrea) demandaremos un mínimo de 4GB.

Eso nos permitirá trabajar con varios programas y aplicaciones al tiempo sin ralentizar el terminal. Si no empleamos muchas aplicaciones, vamos a poder arriesgarnos a los 2GB como mínimo.

Estas referencias sobre la memoria RAM sirven para Android. Sin embargo, en IOS se manejan otros datos: el sistema está verdaderamente optimizado en los iPhone, con lo que no precisan tanta memoria RAM.

Con la memoria interna es otra cosa. Aunque ciertos teléfonos dejen acrecentar su capacidad por medio de tarjetas, no deberemos quitarle relevancia.

En tanto que vamos a invertir en un buen teléfono, solicitaremos en torno a 32GB de almacenaje.

Si queremos ir cara gamas medias, vamos a poder bajar esta capacidad a 16GB por lo menos. Así, podremos realizar y recibir vídeos o fotografías sin necesidad de liberar espacio en periodos de tiempo demasiado

Sin embargo, si eres un apasionado a la fotografía móvil, te convendrá elegir teléfonos con mayor memoria. En gamas altas, puedes localizar memorias internas de 128GB que agradecerás.

Autonomía

La duración de la batería es un tema frágil. En la actualidad, no parece que haya muchos avances en este tema, con lo que la autonomía de los móviles de gama alta acostumbra a ser similar.

Para tener una referencia: si deseamos que el teléfono dure el día completo sin necesidad de cargarlo, nos vamos a fijar en que tenga una batería de cuando menos tres mil mAh. Si se da un uso moderado, esto debería bastar. Asimismo podemos adquirir una batería externa tener carga siempre que estamos de viaje, en aeroplano o bien en la carretera.

Si, por contra, eres un usuario que efectúa muchas llamadas al día, que publica mucho en redes sociales o que le gusta ver series en el móvil, procura que esa cantidad ronde los tres mil quinientos mAh.

Un dato en lo que se refiere a la autonomía: aunque no exista mucha oferta en cuanto a mayores autonomías en los móviles, sí que existe la carga veloz. Si nuestro teléfono goza de esa funcionalidad, nos permitirá aumentar la autonomía con breves cargas durante el día.

Cámara de fotos

La cámara de fotos es una de las peculiaridades que más elevará el coste del teléfono. Por esta razón, si no nos interesa here demasiado el planeta de la fotografía, en teléfonos de media gama podremos hallar grandes opciones con las que ahorrar dinero.

Si por el contrario, la cámara es un factor esencial para desmentiremos un dato: los megapíxeles no aseguran que una cámara sea buena. Por este motivo, dejaremos de fijarnos en esa cantidad como indicador.

De ahora en adelante, nos vamos a fijar en la óptica, poniendo toda nuestra atención en la apertura de la cámara (asimismo famosa como número f).

La apertura es lo que deja una mayor sensibilidad y trato de la luz, con lo que veremos mejores resultados (especialmente en circunstancias de poca visibilidad).

La apertura mínima que demandaremos a nuestro teléfono será de f/2,0.

Un aviso sobre este indicador: una mayor apertura se señala con un menor número f. Es decir, una apertura de f/1,7 siempre va a ser mejor que una de f/2,0.

En nuestros días, la tendencia en cámaras de móvil es la Dual Cámara. Para los amantes de la fotografía, merece la pena prestar atención al desarrollo de esta nueva funcionalidad en los móviles.

Consiste en tener una doble cámara, con 2 sensores independientes que dejan jugar con el enfoque, progresar las fotografías en contextos poco luminosos, zoom inmejorable de gran calidad… Todo un juguete si usas el teléfono como cámara de fotos.

Sistema operativo

Existen abundantes sistemas operativos libres en el momento de escoger un móvil. Sin embargo, son tres los que se llevan la mayor cuota de mercado:

Android (de Google): Se trata del sistema operativo más flexible. Quizás ésa sea una de las razones por las que tenga más del 80 por ciento de la cuota de mercado de España.

A pesar de su flexibilidad, suele requerir de un hardware más potente que el de iOS para ejecutarse. No obstante, esto se suple con la enorme variedad de modelos y fabricantes, pudiendo seleccionar entre multitud de opciones en todas las gamas libres.

Eso sí, cerciórate de que viene con la última versión de Android instalada (Android nueve Pie) o una no considerablemente más vieja (Android 8.0 Oreo).

iOS (de Apple): Es un sistema operativo exclusivo de los productos de Apple (a diferencia de Android que es de código abierto y cualquier fabricante puede integrarlo en sus dispositivos).

Aunque es un sistema realmente funcional, rápido, estable y sencillo, resulta ser bastante más cerrado en opciones e interfaz.

Otro inconveniente es que no hay mucha pluralidad de móviles con este sistema (solo los iPhone) y son todos bastante costosos. Mas si el presupuesto no te preocupa, iOS siempre y en todo momento va a ser una gran opción. La última versión de este sistema operativo es IOS doce.

Windows Phone (de Microsoft): En tercera situación, lejísimos de los iOS, se encuentra Windows Phone. Es un sistema muy estable, mas con muchas faltas todavía equiparado con los otros dos (en especial en temas de actualización).

Tiene como ventaja que deja integrar las aplicaciones del teléfono, PC y web (incluye las aplicaciones de Office). A pesar de todo, se espera que este sistema vaya aumentando cada vez más cuota en el mercado. La última versión del sistema es Windows diez Mobile.

Existen otros sistemas no tan asentados como los precedentes. Por poner un ejemplo, Blackberry o Mozilla Firefox OS. Aun siendo buenos sistemas, si queremos lo mejor del mercado vamos a ir a los tres primordiales.

Materiales

Aunque el diseño del terminal sea cuestión de gustos, sí que vamos a poder fijarnos en el material con el que están fabricados. En general, se usa plástico o bien metal. En teléfonos de alta gama, va a ser complicado localizar plástico. Si lo hallas, escapa de él y decántate por el metal.

Existen algunos fabricantes que también emplean cristal. Sin embargo, el atractivo que pueda tener este material cae en menoscabo de su resistencia.

Hoy día, es ya raro hallar teléfonos de gama alta que no sean resistentes al agua. Normalmente, todos serán de certificación IP68 (la resistencia máxima que existe al polvo y al agua).

Conectividad de corto alcance

Si bien la conectividad de corto alcance es algo asentado y establecido en la industria del móvil, el teléfono que elijamos va a deber contar con NFC y Bluetooth.

El NFC es un sistema de conexión que permite la vinculación de dos dispositivos con sólo acercar el uno al otro. No obstante, la tendencia actual es emplear el NFC para realizar los pagos

 
This website was created for free with Webme. Would you also like to have your own website?
Sign up for free